El mundo se ha convertido en un espacio de símbolos que se comparten, que intentan ser iguales y que no quieren detener su renovación constante. Algunos hemos dicho que nos atrapan, otros que nos identifican, otros que no dice mucho de nada. El lenguaje de los hombres ya no es solo palabras. Esto no es ni siquiera es un acto de rebeldes sin causa, es simplemente una forma de comunicar pero que se sostiene más que las palabras. Hoy las imágenes pesan, dicen, tratan de mostrar algo, de quedarse en la mente de los demás. Cada metro de calle dice algo y no sólo por la gente que la camina, sino por lo que muestran sus paredes rayadas o infestadas de carteles, pero cada de ellos cuenta una historia, algo pasó, algo se perdió, algo se encontró, algo se quiere contar. Los carteles fueron de toda la vida, han comunicado los eventos más importantes como los de menos relevancia pero son definitivamente lo que hacen la ciudad. Con la poca relevancia que tiene la perdida de un perro desconocida para cualquiera de los otros, durante la semana he venido viendo esta hoja carta pegada en postes, paredes, teléfonos públicos, parques... y he visto como las perosnas pasan derecho sin el mas mínimo interés , decide pubilcarlo en un medio más masivo. Y no sólo para resaltar el uso de lo visual y la presencia de imágenes en nuetsra ciudad sino para hacer de esto una noticia. Detrás de esta y de cualquier imagen hay una historia, lo bueno sería encontrarla.